jueves, 3 de noviembre de 2011

Caballo del Cid, pintura del Cid y el Cid y Sevilla.

El Caballo del Cid:


Babieca fue el caballo de Rodrigo Díaz de Vivar “El Cid Campeador” (1.043-1.099), Algunos dicen que se trataba de un caballo blanco andaluz.

Otros, sin embargo, creen que era de origén leonés, concretamente de la comarca de Babia (de ahí su nombre "Babieca"). En el segundo caso, probablemente fuera un caballo de raza asturcona.

Este caballo, según la leyenda, fue usado por el cadáver de El Cid, con la ayuda de la esposa de El Cid puso su cadáver en el caballo y todos pensaron que seguía vivo.

Después no volvió a ser montado y murió dos años más tarde a la increíble edad de 40 años




El Cid en la pintura:


Primera Hazaña del Cid, óleo sobre lienzo de Juan Vicens Cots (1864), conservado en el Museo del Prado.

Jura de Santa Gadea, lienzo de Marcos Hiráldez Acosta (1864), actualmente en el Palacio del Senado.

Las Hijas del Cid, óleo de Dióscoro Puebla (1871), conservado en el Museo del Prado.

Las Hijas del Cid, óleo sobre lienzo de Ignasi Pinazo i Camarlench (1879), conservado en la Diputación de Valencia.

La Jura de Santa Gadea, lienzo de Armando Menocal (1887), conservado en el Ayuntamiento de Alfafar (Valencia).

El Cid Campeador, mural de José Vela Zanetti en la cúpula del Palacio de la Diputación Provincial de Burgos (1965).


El Cid y Sevilla:



En 1079, se dirige a Sevilla para cobrar los tributos (parias) del rey de Sevilla a Alfonso VI. Esta en ello cuando él y el rey de Sevilla fueron atacados por el rey de Granada y García Ordoñez. Las mesnadas del Cid consiguen vencer a los asaltantes y Rodrigo humilla a García Ordóñez en el castillo de Cabra, pero a la vuelta a Burgos, este último, y Pedro Ansúrez, desencadenan traición contra el Cid, consiguiendo que Alfonso VI le destierre, y prohibe a todos los burgaleses darle ayuda o aposento alguno, como así dicen los versos del Cantar:


 " Ya entra el Cid Ruy Díaz por Burgos;
   sesenta pendones le acompañan.
   Hombres y mujeres salen a verlo,
   los burgaleses y burgalesas se asoman a las ventanas:
   todos afligidos y llorosos.
   De todas las bocas sale el mismo lamento:
   ¡Oh Dios, qué buen vasallo si tuviese buen Señor! "
   Mio Çid Roy Díaz  por Burgos entrove,
   En sue compaña  sessaenta pendones;
   exien lo ver  mugieres e varones,
   burgeses e burgesas   por las finiestras sone.
   De las sus bocas  todos dizían una razóne:
 " Dios, que buen vassallo, si oviese buen señore! "



->Información sacada de:


     -Wikipedia

     -http://web.jet.es/vliz/cid.htm

     -http://yaestaellistoquetodolosabe.lacoctelera.net/post/2006/06/22/babieca-fue-caballo-rodrigo-diaz-    
      vivar-el-cid


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